Lo explicó ante un aforo completo en el Teatro Consistorial, acompañado de la primera teniente alcalde, Encarnación Ruiz Alonso, del concejal de Urbanismo, Heriberto Reyes Sánchez y del técnico municipal, y donde hizo un repaso a las diferentes fases y aprobaciones de planeamiento que se han sucedido en el municipio, y que han permitido ir consolidando como urbanos los suelos del litoral galdense. Concretamente las Normas Subsidiarias de los años 85 y 97, donde se declararon urbanos Sardina, Caleta y El Agujero (85) y La Punta, La Furnia y Los Dos Roques (97), y ya con el Plan General de 2006 se incluyó Barranquillo el Vino como suelo urbano no consolidado.
Teodoro Sosa expuso que estos argumentos serán demostrados con la documentación que se presente antes del 30 de agosto en el Ministerio y en la que lleva tiempo trabajando el ayuntamiento de cara a defender la legalidad de las viviendas del litoral galdense. La nueva Ley de Costas no es la mejor, añadió, pero abre un resquicio para defender la permanencia de estas casas a 20 metros de los mojones que indican la servidumbre de protección de Costas y vamos a demostrar que tenemos declarados como urbanos los suelos costeros del municipio.
Además, apoyado en una presentación en power point informó a los vecinos que el ayuntamiento solicitará también la desafectación de la línea de dominio público actual en aquellos núcleos costeros con paseo marítimo, como El Agujero y los Dos Roques para que el establecimiento de las servidumbres de Costas se adelante al borde del paseo o las avenidas, que constituye la nueva ribera del mar.
El alcalde señaló que espera que esta nueva Ley de Costas que ha sido más dañina para Canarias que para otros puntos costeros del territorio nacional, tenga en cuenta las peculiaridades de nuestra costa y su informe sea favorable para la tranquilidad y legalidad de las viviendas de este municipio.
Los vecinos asistentes consultaron en dicha reunión las dudas planteadas y felicitaron al equipo de gobierno por intentar dar respuesta y solución a una demanda y a una preocupación constante de los vecinos que residen o tienen vivienda en la costa; esperando que sea Costas quien finalmente informe favorablemente a las alegaciones presentadas por el ayuntamiento.
